María Dolores de Cospedal pidió al excomisario Villarejo un dossier con información completa sobre su compañero en el PP Javier Arenas en septiembre de 2009. Entonces, Cospedal ostentaba la Secretaría General del partido, y dos meses antes se había reunido con Villarejo, acompañada por su marido, Ignacio López del Hierro, para acordar el encargo de «trabajos puntuales».
Son las últimas revelaciones conocidas de los audios de las conversaciones grabadas entre el expolicía actualmente en prisión y la exministra de Defensa, que este viernes publica Moncloa.com.
En julio de 2009, Cospedal, López del Hierro y Villarejo mantuvieron un encuentro secreto en la sede nacional del Partido Popular, en la madrileña calle Génova. En esta reunión, la exministra mostró mucho interés en la postura de su compañero Arenas frente a Luis Bárcenas y la trama Gürtel, que se encontraba en pleno estallido. Dos meses después, en septiembre, el empresario y cónyuge de Cospedal vuelve a citarse con Villarejo para pedirle el encargo de investigar exhaustivamente a Javier Arenas y comprobar así hasta qué punto le había salpicado la trama. En particular, el policía asegura que los negocios de Bárcenas están «muy acreditados» con Arenas y le cuenta a Cospedal que el nombre del exministro ‘popular’ aparece en «anotaciones y en pagos».
Arenas ocupó la presidencia de la Fundación de Estudios Europeos antes de cederle el testigo a Jaime Mayor Oreja. A mediados de 2009, cuando se grabaron los audios, la vicepresidencia de esta entidad la ocupaba Galeote mientras que el puesto de tesorero recaía en Bárcenas.
La exdirigente popular ha justificado a raíz de estas revelaciones que al mantener una conversación con el excomisario cumplía con su «obligación» como secretaria general del PP: «Yo considero que (…) tenía la obligación de conocer todo aquello que pudiera afectar a mi organización. Tener conversaciones con alguien que puede dar información no me tiene por qué dejar en un lugar comprometido. Más bien, al contrario. Yo estaba cumpliendo con mi obligación».
Cospedal ha confirmado que «no se le llegó a pagar ningún dinero» a Villarejo y que tampoco «hubo ninguna aportación de información posterior, ni hubo nada» por parte del excomisario que, según ha dicho, tenía «una agencia de investigación autorizada por la Policía». «No voy a consentir ahora que resulte que por cumplir con mi obligación como secretaria general de mi partido y también trabajando por mi país en otras ocasiones, ahora se ponga en tela de juicio que yo hablara con una persona que nueve años después está en prisión; me parece impresentable», ha considerado.