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Cada vez más empresas contratan detectives privados

Pasan desapercibidos para la mayoría de ciudadanos pero sus ojos todo lo ven. La gran parte de los mortales desconocen su presencia, al menos, en las calles. Su trabajo se extiende hasta lugares insospechados a los que la Policía pocas veces llega, pero su labor se convierte muchas veces en determinante para aclarar cientos de casos en los juzgados. «Nuestra labor es pasar inadvertidos y que nadie se dé cuenta de que estamos allí». Así define un detective privado  la parte fundamental de su trabajo. Intentar mimetizarse con el entorno.

El trabajo de los detectives privados se convierte en esencial en muchos casos de conflictos laborales. Su labor ha vuelto a primera plana pública después de que la Diputación Foral de Gipuzkoa haya despedido por primera vez en su historia a un trabajador que ha acreditado sus reiteradas y graves faltas para con la institución foral. Su infracción consistía en dedicarse a un negocio privado en horas en las que debía servir a la Diputación y con recursos puestos a su disposición para llevar a cabo su tarea como funcionario público.

Empresas o mutuas

Aún así, los casos más habituales que llegan hasta sus manos suelen ser los que tienen que ver con el ámbito laboral, aunque sean desde las empresas privadas. «Con ellos solemos tocar varios temas»,  «Por ejemplo, están las bajas laborales que pueden venir directamente desde las empresas porque es un trabajador reincidente que ha tenido una baja bastante prolongada y dos años después la ha vuelto a coger». Pero los casos también les llegan desde otras vertientes como pueden ser las mutuas. «Normalmente acuden si el trabajador lleva dos o tres meses de baja con dolores, pero que es fácilmente demostrable que está mintiendo, como pueden ser las lumbalgias».

La época de crisis ha sido un momento propicio en el que ha aumentado el trabajo de los detectives. Normalmente trabajamos según la problemática de la calle. Así, se confirma que en esta época de recesión que ha tocado vivir a la sociedad, «las empresas van muy justas y están pasándolo mal. No se pueden permitir tener trabajadores que están en otros puestos de trabajo y se ausenten del suyo. Desde que comenzó la crisis hemos notado un incremento. Cuando las cosas iban bien, un trabajador cogía la baja y las empresas lo podían pasar por alto. Pero ahora eso ha cambiado, no lo pueden hacer porque les cuesta mucho dinero y las empresas no lo tienen».