De todos es conocido que no todo el mundo es capaz de seguir la normativa vigente en las ciudadaes, y cuando hablamos de limpieza la cosa se complica.
En demasiadas zonas de cualquier ciudad es habitual encontrarse con aceras «minadas» de excrementos caninos. Eso de llevar una bolsita para recoger las «cosas» del perro no parece que sea algo que haga todo el mundo, a pesar de que los Ayuntamientos son cada vez más estrictos en el cumplimiento de la normativa, y muchos de ellos imponen sanciones de entre 300 y 600 euros por no recoger los excrementos del perro.
No obstante la Administración Pública no da abasto en determinados lugares para perseguir a los incívicos, y es por ello que en varias ciudades y pueblos españoles se ha decidido contratar a detectives privados para perseguir a las personas que no cumplen con su obligación y ser denunciadas posteriormente con las pruebas obtenidas por el detective.
El método es sencillo. El detective se hace pasar por un transeunte normal y corriente y graba con dispositivos ocultos las acciones reprobables. Cuando localiza a algún individuo que no recoge las heces, le sige y hace las posteriores averiguaciones para, a continuación, presentar las pruebas obtenidas ante la policía para que esta redacte y envíe la denuncia al domicilio del infractor.
Desde Detectives Cabanach apoyamos esta medida, ya que más que un afán recaudatorio pensamos que persigue la concienciación de los incívicos a través de las sanciones.