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Ignacio González contrató a los detectives que vigilaban el Eroski: «Hay vídeos por salir»

El expresidente de la Comunidad de Madrid era cliente habitual de la misma agencia de seguridad que tenía contratada Eroski en su centro de Vallecas para combatir robos como el de Cifuentes.

El puzle es complejo, uno con muchas piezas, de los de tres dimensiones. Pero algunos de sus elementos comienzan a encajar. El expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González, enemigo declarado de Cristina Cifuentes, fue cliente habitual hasta ser detenido en la operación Lezo de la misma agencia de detectives que se encargaba de la vigilancia del Eroski en el que la dirigente robó dos botes de crema en 2011. Grupo Novo realizaba labores de seguridad encubierta en el hipermercado para combatir los hurtos de clientes y empleados.

La conexión arroja luz sobre el vídeo que desencadenó la dimisión de Cifuentes. Según ha podido averiguar El Confidencial, González recurrió al Grupo Novo en marzo de 2017 para hacer un barrido de micrófonos en su despacho. La antigua mano derecha de Esperanza Aguirre sospechaba que podía estar siendo investigado. Y no se equivocó. Solo un mes después fue detenido por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil por el desfalco del Canal de Isabel II, la mayor empresa pública de Madrid. Los micrófonos que los investigadores habían colocado en su despacho fueron claves para conocer sus movimientos. Fuentes cercanas a González confirman que el dirigente encargó un barrido a Novo por el temor a estar siendo espiado y que el servicio le costó unos 2.000 euros. Otras fuentes elevan la cifra hasta los 6.000. En cualquier caso, la medida no tuvo ninguna repercusión en la causa.

Si se hace una simple asociación de ideas se puede pensar que la agemcia de detectikves utilizó el material que había conseguido en el supermercado para facilitárselo a un cliente. Esto, que es un simple supuesto, puede acarrear problemas a los implicados en la filtración de las imágenes. Recordemos que la LOPD establece que el material obtenido en grabaciones de establecimientos solo se pueden guardar durante un determinado periodo de tiempo, y que después deben ser eliminados. Evidentemente en este caso no fue así.